10 sept 2007

“No hay que tener miedo de abrir al Señor Jesús las puertas de nuestro corazón”


Entrevista a Luis Fernando Figari,Fundador del Movimiento de Vida Cristiana
Paolo Ondarza, Radio VaticanaViernes, 2 de junio de 2006

- ¿Cuál es el valor de este encuentro de los movimientos con el Papa con ocasión de Pentecostés?
Es una valiosísima ocasión de comunión eclesial en torno al Sucesor de Pedro. Es también ocasión de testimoniar al mundo la vitalidad de Iglesia, de anunciar con la propia experiencia de vida que el Señor Jesús es la única respuesta a todos los anhelos del ser humano y que no hay que tener miedo de abrirle las puertas de nuestro corazón.
- ¿Cuál considera que es la importancia de los movimientos hoy al interior de la Iglesia?
El Papa ha afirmado recientemente que la vitalidad de los movimientos “es un signo de la presencia activa del Espíritu Santo”. Vivimos una época difícil, tiempo mucha confusión. En este sentido, el aporte que los movimientos pueden dar a la nueva evangelización es muy importante.
- ¿Ve usted algunos límites hoy en la estructura de los movimientos, límites que, quizás en esta ocasión del encuentro con el Papa, se podrían poner de relieve?
Pienso que los movimientos eclesiales, bajo la guía de de la Sede Apostólica y de los pastores, vienen madurando sus experiencias de fe y de articulación en la comunidad eclesial. En este sentido, el aliento y la visión clara del Papa Juan Pablo II y del Papa Benedicto XVI en relación a la misión de los movimientos en la Iglesia han sido y son fundamentales.
- ¿Cuál es la especificidad del Movimiento de Vida Cristiana?
El Movimiento de Vida Cristiana es un movimiento eclesial con un intenso acento mariano inspirado en las palabras de Jesús en el Golgota. Constituye un espacio comunitario para hombres y mujeres de muchos países de encuentro con el Señor Jesús en la comunión de la Iglesia. En lo central de la experiencia de fe está la convicción de que Cristo nos enseña a ser personas plenas, el anhelo por vivir la santidad, el apostolado en perspectiva de Nueva Evangelización, el impulso de la reconciliación y la entrega solidaria en el servicio a los necesitados.
- ¿En qué realidad nace el Movimiento de Vida Cristiana?
El Movimiento de Vida Cristiana surgió en Lima, Perú, en 1985. Para ese momento la familia sodálite venía desarrollado diversas iniciativas apostólicas. Fue entonces que pensé en integrar estas iniciativas en una realidad que bautizamos como Movimiento de Vida Cristiana.
- ¿Cuáles son los principales puntos de su intervención del 3 de junio?
He tenido la inmensa bendición de ser invitado a dirigir unas palabras al Papa Benedicto XVI, en la Plaza San Pedro. Serán palabras de gratitud y de compromiso de cara a la misión que recibimos del Señor: anunciar el Evangelio hasta los confines del mundo.

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