10 nov 2008

Un tema importante

A lo largo del año han habido distintas situaciones que, personalmente y pienso que como familia espiritual, nos han llevado a reflexionar sobre un elemento fundamental en la vida cristiana que es el tema de la esperanza. Se han hecho encuentros de jóvenes ( CONVIVIO, VIVENCIA), se ha ayudado a muchos damnificados por el invierno bajo el nombre de "SEAMOS ESPERANZA", hemos tenido retiros en el que se ha profundizado en esa virtud, en fin, hay muchas delicadezas del Señor que nos invitan a preguntarnos ¿en qué pongo mi esperanza? o mejor ¿en quién pongo mi esperanza? Sobre esto el Santo Padre Benedicto XVI, nos ofrece, en su encíclica SPE SALVI muchos elementos para profundizar en esta virtud que tan claramente el Señor nos invita a vivir.

Nos dice el Papa: "es verdad que quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (cf. Ef 2,12). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando « hasta el extremo », « hasta el total cumplimiento » (cf. Jn 13,1; 19,30). Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente « vida ». Empieza a intuir qué quiere decir la palabra esperanza que hemos encontrado en el rito del Bautismo: de la fe se espera la « vida eterna », la vida verdadera que, totalmente y sin amenazas, es sencillamente vida en toda su plenitud. Jesús que dijo de sí mismo que había venido para que nosotros tengamos la vida y la tengamos en plenitud, en abundancia (cf. Jn 10,10), nos explicó también qué significa « vida »: « Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo » (Jn 17,3). La vida en su verdadero sentido no la tiene uno solamente para sí, ni tampoco sólo por sí mismo: es una relación. Y la vida entera es relación con quien es la fuente de la vida. Si estamos en relación con Aquel que no muere, que es la Vida misma y el Amor mismo, entonces estamos en la vida. Entonces « vivimos ».

para seguir reflexionando sobre el tema puedes ver la encíclica SPE SALVI en http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20071130_spe-salvi_sp.html



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